Mi paso por el CEPA Simienza de Tomelloso

Me hubiese gustado que la realización de esta entrada hubiera sido más tarde y, de esta forma, haber acabado este curso 2018/2019 en el CEPA Simienza de Tomelloso, pero por diferentes circunstancias ajenas a mí, esto no ha podido ser así.

Comencé este curso 2018/2019 trabajando como tutor del 5º curso de Educación Primaria en el CEIPSO Suárez Somonte de Cenicientos (en la Comunidad de Madrid), ya que también estaba en la lista de interinos del Cuerpo de Maestros en la Comunidad de Madrid y empecé allí a primeros de septiembre, pero por diferentes motivos personales y laborales, decidí en noviembre ponerme como disponible de nuevo en Castilla-La Mancha y renunciar a la vacante que tenía en la Comunidad de Madrid.

Así, con 27 años recién cumplidos, el 12 de noviembre comencé mi primera aventura a jornada completa y como tutor en Castilla-La Mancha y fui a parar al CEPA Simienza de Tomelloso (Centro de Educación de Personas Adultas).

Ha sido la primera vez que he trabajado en un centro educativo de estas características y la experiencia, que parecía que iba a ser corta al principio, ha durado algo más de seis meses y ha sido una experiencia muy enriquecedora, porque me ha servido para ver la educación desde una perspectiva bien distinta a la que he estado acostumbrado en los diferentes colegios en los que he trabajado anteriormente y, sobre todo, no he dejado de aprender durante estos meses que he estado trabajando en este CEPA.

No he dejado de aprender, ya que las ganas de aprender, de venir a clase, de reír, de dibujar, de realizar actividades que no habían realizado antes o de contar anécdotas en clase por parte de mis alumnas y alumnos de Competencias Básicas, hacen que uno se contagie de esas ganas, ya que la edad no supone ningún impedimento para disfrutar de la vida y seguir teniendo ganas de aprender y de mostrar a los demás todo lo que sabes. ¡Muchas gracias a todas y todos por los momentos que hemos compartido juntos! 

No he dejado de aprender, ya que me ha tocado dar una enseñanza no formal en el centro, como ha sido la de impartir Francés de Iniciación (a pesar de ser maestro de Educación Primaria y Pedagogía Terapéutica), por lo que me ha servido para aprender más sobre este idioma, conocer a un grupo de alumnos y alumnas que me han hecho sentirme muy a gusto desde el primer día y con los que hemos pasado momentos muy agradables y a los que echaré mucho de menos. Merci beaucoup pour tout!

No he dejado de aprender, ya que he sido el tutor del Módulo 1 de ESO durante todos estos meses, donde he impartido el ámbito de Lengua Castellana y Literatura (tanto en el Módulo 1 como en el Módulo 2). El trabajo en estos módulos me ha servido para conocer a alumnos y alumnas que me han acogido de manera fantástica desde el primer día que llegué (recuerdo que mi primera semana en el centro, me tocó realizar el examen de la evaluación intermedia, por lo que no tenía muy difícil mejorar con el paso de los días, la primera impresión que les causé), conocer sus historias personales, el tremendo esfuerzo que realizan diariamente para mejorar su formación académica o las ganas que le ponen cada día para aprender un poquito más. También me gustaría mandar un saludo desde aquí, a las alumnas y alumnos que asisten a clase en el centro de Cáritas, donde reciben la preparación y el asesoramiento desinteresado por parte de José María, que realiza junto a más profesionales una estupenda labor con el alumnado que acude a Cáritas. ¡Ha sido un placer haber trabajado con ustedes y haber sido vuestro maestro!

Quiero dar las gracias también a cada uno de mis compañeros y compañeras del centro, maestros y profesores que en todo momento me han ayudado o han sacado un momento para hablar conmigo, preocuparse por mí o resolver mis dudas, a pesar de los "obstáculos" de nuestra diminuta sala de profesores para poder trabajar y preparar las clases en ella, las charlas y momentos que hemos pasado juntos han merecido la pena. No me puedo olvidar de la compañera Nieves, tan atenta, cercana y servicial y que cualquier cosa que he necesitado, ahí ha estado ella para ayudarme desde el primer día. ¡Gracias por todo compis!

Me gustaría terminar esta entrada con una reflexión personal. Llevo trabajando como maestro desde el año 2015 y, cada día que pasa, me doy cuenta que muchas veces soy un número, somos simples números para las administraciones educativas. Pero detrás de esos números (nuestro número de afiliación a la Seguridad Social, nuestra nota numérica de la oposición,  nuestro número de la lista de interinos, nuestro número de registro personal...), estamos personas. Personas que trabajamos como maestros y que, a pesar de las dificultades e historias personales, intentamos cada día hacer nuestro trabajo lo mejor posible y de manera profesional, que tenemos una verdadera vocación y que ponemos pasión a aquello que hacemos, porque si no pones pasión a cualquier cosa que haces en esta vida, no tiene ningún sentido.

Quizás para las administraciones educativas, cada uno de nosotros seamos simples números, pero por mi corta experiencia en este mundo educativo también me doy cuenta, que somos muchas más cosas que un simple número para nuestros alumnos y alumnas y con los compañeros de trabajo que nos cruzamos en el camino, somos personas con sentimientos, con emociones, que intentamos ayudar a nuestros alumnos y alumnas y que, en definitiva, aportamos un pequeño granito de arena desde el punto de vista educativo y en sus vidas en cada uno de ellos  y todo esto es lo que me da la fuerza para seguir hacia adelante. Espero y deseo que haya aportado este pequeño "granito de arena" a los diferentes alumnos y alumnas que he tenido en el CEPA Simienza de Tomelloso y mis mejores deseos para cada uno de ellos en su vida y a nivel académico, tanto en los próximos exámenes del mes de junio como en los años venideros. ¡Mucha suerte a todos!

Dicho esto, toca iniciar una nueva etapa a partir del próximo lunes 27 de mayo en el IES Juan D'Opazo de Daimiel, en el instituto donde pasé seis años de mi adolescencia y que, tras haber pasado  ya diez años de esa etapa de mi vida, a partir del lunes vuelvo de nuevo a este instituto en este caso como maestro. Además, estas últimas semanas tocará compatibilizar el trabajo en este instituto daimieleño con la preparación de la oposición,  ya que cada vez queda menos para que llegue el día que miles de opositores docentes de nuestro país, tenemos marcado en rojo desde hace unos cuantos meses. ¡A por ello!

¡Sigue caminando!

¡Gracias a todos y todas por leerme! ¡A seguir luchando por una educación pública y de calidad!